La mayoría de las personas dedicamos de media unos veinte años de nuestras vidas a formarnos para la vida profesional. De esas más de dos décadas, las tres primeras partes corresponden a la educación obligatoria y el resto, al Bachillerato, carreras universitarias, ciclos formativos y másteres.
Durante todo ese tiempo, el éxito del alumno en todos sus estudios depende de su motivación, interés, esfuerzo, capacidades y, también, aunque no se hable tanto de este tema, de cómo sea la forma de trabajo de los docentes y su actitud hacia el estudiante. Por estos últimos motivos, en esta ocasión, te contamos cuáles son los rasgos de personalidad idóneos para un docente.
La enseñanza no es una profesión cualquiera. Desde luego que todas y cada una de las que existen son necesarias para el funcionamiento de la sociedad, pero ninguna tiene tanta importancia como la educación. Prácticamente todos tus conocimientos los has adquirido de los diferentes profesores que has tenido y, seguramente, muchos de ellos han ayudado a forjar tu personalidad y la forma en la que ves la vida.

Formar a todos los miembros de una sociedad es una gran responsabilidad que, además, exige tener una fuerte vocación y las siguientes características:
En ESERP, contamos con los mejores profesionales de la docencia para convertir tu formación en la experiencia más apasionante y enriquecedora posible, aquella que te garantice un exitoso desarrollo de tu actividad profesional.